La fachada ventilada es un sistema constructivo en seco que recubre la fachada exterior del edificio mediante diversos tipos de losas de revestimiento.
El sistema se caracteriza por la presencia de una cavidad de tamaño adecuado (cuchilla de aire), colocada entre la capa de acabado y el relleno del edificio, dentro de la cual se coloca un panel aislante térmico no hidrófilo en contacto con la pared del edificio.
La cavidad permite crear el llamado "efecto chimenea", un flujo de aire ascendente que determina la ventilación natural entre el revestimiento exterior y la pared interior: esta ventilación mejora las prestaciones termoenergéticas del edificio.
Los campos de aplicación son numerosos, incluidos edificios públicos, edificios residenciales, centros comerciales, centros de negocios y complejos industriales.